Una persona que es creativa es optimista, se enfocan en lo
que es bueno para convertirlo en algo positivo. Las personas optimistas son felices
porque ven opciones para resolver sus problemas y se ocupan de lo negativo,
aunque sea muy doloroso, para intentar comprender por qué sucedió un
determinado acontecimiento, qué sentido tiene ese hecho, qué aprendió, y así
logra transformarlo para satisfacer las necesidades del aquí y el ahora.
Existen estereotipos
que se utilizan para identificar a una persona creativa, se dice que son anti convencionales,
excéntricos, inconformistas, individualistas, etc. Sin embargo cuando pensamos
en ellos los identificamos como genios de la literatura, pintura, arte ciencia
o tecnología ya que la creatividad es una habilidad que suele estar presente en
cualquier actividad que se desarrolle cotidianamente.
Un creativo es una persona que aprovecha su potencial y su
energía para vivir y crear; toma conciencia del tiempo y de lo importante que
son sus creaciones para la sociedad, son
capaces de hacer combinaciones, de relacionar y tomar ideas de diferentes lugares.
Barron, Gardner,
Taylor, Stemberg, Torrance y Weisberg, entre otros autores, afirman que las
características de las personas creativas son las siguientes:
• Originalidad.
• Fluidez verbal.
• Inteligencia elevada.
• Buena imaginación, creatividad en
un dominio.
• Piensan en forma metafórica.
• Usan imágenes.
• Son flexibles y con habilidad de
decisión.
• Elaboran juicios.
• Son independientes.
• Están atentas a la novedad.
Pensamiento lógico.
Construyen nuevas estructuras.
• Encuentran orden en el caos.
• Preguntan el porqué.
• Parten del conocimiento existente
para crear nuevas ideas.
• Prefieren la comunicación no
verbal.
• Crean visualizaciones internas.
• Cuestionan normas.
• Buscan distintas formas de
resolver un problema.
Una de las características más comunes de las personas
creativas incluyen el deseo de confrontar hostilidad y de asumir riesgos
intelectuales, así como la perseverancia, la curiosidad y lo inquisitivo, que
equivalen a estar abierto a nuevas experiencias, son disciplinadas y comprometidas, tienen una
motivación intrínseca elevada, están centradas en su tarea, tienen una cierta
libertad de espíritu que no acepta los límites impuestos por otros, un alto
grado de auto organización, necesidad de competencia y retos; son reflexivas y
se preocupan, ejercen influencia en la gente que los rodea.
Al investigar
la actitud creativa, Maslow observa que la persona creativa en la fase de
inspiración pierde su pasado y su futuro y vive sólo el momento. Esta habilidad
de “perderse en el presente” es un signo de cualquier proceso de creatividad.
Maslow afirma que la actitud creativa y la habilidad de
tener experiencias cumbres dependen de ser libre de otras personas; especialmente,
de aplicaciones neuróticas y de recuerdos de la infancia. Pero también libre de
obligaciones, deberes, y temores. Esto significa que al estar libres de otras
personas nos convertimos más en nosotros mismos, asumimos nuestro ser real,
nuestro auténtico ser, nuestra identidad verdadera.
La creatividad es la habilidad de hacer comparaciones, de yuxtaponer elementos o ideas que por lo
común no van juntas; de detectar patrones escondidos, conexiones en las cosas.
Las personas creativas no sólo están abiertas a nuevas
experiencias, sino que también tienen el valor de arriesgarse, dice que está en un constante proceso de autodescubrimiento, de
remodelar su propia identidad y de encontrar significado en el universo en el
cual él crea. Los pasos fundamentales en el proceso son los momentos de
introspección que permiten establecer nuevas conexiones y hacer
descubrimientos. La persona creativa necesita esos momentos de introspección en
soledad, para el trabajo de autoconocimiento e integración.